Vivimos en un mundo lleno de siglas, pero cuando hablamos de SAP, pocos saben a qué nos referimos. Sin embargo, si decimos Síndrome de Alienación Parental, la realidad detrás de estas palabras se hace evidente.
Cada día, muchos niños y niñas sufren esta situación dentro de sus familias, enfrentando daños emocionales con consecuencias psicológicas severas y, en algunos casos, irreversibles.

¿Cómo podemos proteger a un niño/a en caso de alienación parental?
Es una tarea difícil. Podemos intentar minimizar el daño, pero a menudo es como poner tiritas en medio de un bombardeo. Una vez que la emoción está dañada y la seguridad perdida, el impacto en el niño/a es profundo. Su estabilidad emocional depende del cariño y de la seguridad que le brinden los adultos que le rodean.
La clave para prevenir este daño está en enseñar a los adultos a manejarse adecuadamente en una ruptura, evitando convertir a los hijos en una herramienta de disputa.
¿Cómo evitar que el amor se transforme en odio?
Cuando dos personas deciden seguir caminos separados, es fundamental no convertir el amor en odio. Sin embargo, este cambio ocurre con frecuencia y, lejos de ayudar, los familiares y amigos muchas veces lo potencian en lugar de intentar disolverlo.
Para garantizar el bienestar de los niños y niñas, es crucial que las separaciones se produzcan de mutuo acuerdo. Cuando esto no es posible, recurrir a profesionales puede ser una solución para gestionar la situación de forma saludable y evitar el sufrimiento innecesario de los hijos.
Eduquémonos todos en la filosofía de dejar vivir. Si no lo hacemos, las consecuencias pueden ser devastadoras: la desvinculación del niño/a con su padre o madre y un impacto emocional que los marcará para siempre.
Añadir comentario
Comentarios