VIOLENCIA EN LAS AULAS DE PRIMARIA. PAUTAS PARA LA DETECCIÓN Y PREVENCIÓN

Publicado el 15 de febrero de 2025, 15:46

EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA

A menudo aparecen en los medios de comunicación noticias referidas a la violencia en el ámbito de las instituciones educativas, de lo que no se habla tanto es de uno de los gérmenes que la fomentan: la conflictividad escolar.

La violencia escolar hace referencia a la violencia que se produce en las aulas. Es uno de los tipos de violencia más comunes en nuestros días y se da de múltiples formas: entre compañeros, hacia el profesorado, hacia los alumnos etc.

El denominado como “bullying” hace referencia a ese comportamiento agresivo prolongado, el insulto, el rechazo social, la intimidación e incluso la agresión física entre alumnos.

 

CONFLICTIVIDAD ≠ VIOLENCIA

Los conflictos surgen en la vida diaria de forma natural, son parte de la interacción humana pero debemos tener claro que violencia y conflicto no son lo mismo. Los conflictos surgen cuando aparecen diferencias de opiniones, ideas, creencias etc entre dos o más personas. La violencia es una forma de resolver ese conflicto. Forma que queremos erradicar, y para ello es necesario abrir otros caminos y aportar herramientas y fuentes de diálogo en este sentido.

Algunas de las consecuencias de la mala gestión de los conflictos son la aparición de distintos tipos de comportamientos “antisociales” que pueden desembocar en violencia. En este sentido podemos distinguir seis tipos comportamientos que fomentan los conflictos:

  1. Disrupción en las aulas.
  2. Problemas de disciplina (conflictos entre profesorado y alumnado).
  3. Vandalismo y daños materiales.
  4. Violencia física (agresiones, extorsiones).
  5. Acoso sexual.

Estos comportamientos pueden verse fomentados u originados en cierto modo por los conflictos que surgen dentro de la aulas, donde los más comunes son:

  • Conflictos de poder: aquellos conflictos que se dan con las normas.
  • Conflictos de relación: son aquellos en los que uno de los sujetos del conflicto es superior jerárquicamente o emocionalmente al otro. (bullying/mobbing)
  • Conflictos de rendimiento: aquellos relacionados con el currículum académico y en los que el alumno pueda presentar dificultades en el equilibrio entre sus necesidades formativas y la oferta lectiva del centro.
  • Conflictos interpersonales: se dan en la interacción diaria entre los miembros del centro educativo y normalmente reproducen conflictos preexistentes en la sociedad (xenofobia, homofobia, racismo, machismo etc).

 

 

¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE AGRESIÓN MÁS FRECUENTES?

En primer lugar la agresividad es una forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien. Normalmente esta conducta se desarrolla con un objetivo claro y surge como solución ante un problema interpersonal.

Diversos estudios apuntan que las formas de intimidación más frecuentes son las agresiones verbales, (insultos, abucheos, motes humillantes etc.); el robo de objetos y materiales personales y las intimidaciones físicas. Normalmente el espacio natural donde estas conductas se llevan a cabo es en el periodo de recreo pues la vigilancia de las autoridades docentes se debilita.

Sobre el perfil de las víctimas y de los agresores diremos que en el caso de los segundos a menudo el sexo es relevante, siendo los chicos los que presentan niveles de agresividad mayores. Estos también emplean con mayor frecuencia agresiones físicas y amenazas. En el caso de las chicas estas suelen sufrir con mayor frecuencia el papel de víctima y entre las agresoras, las formas más comunes son los rumores, la exclusión y el aislamiento social.

EL PERFIL DE LOS/AS AGRESORES/AS

Aunque a menudo las generalizaciones pueden llevarnos a error, existen una serie de rasgos distintivos o comunes entre aquellas personas que han sido identificadas como intimidadoras:

  • Normalmente son de mayor edad que el grupo, y por lo tanto posee mayor fuerza física
  • A menudo son agresivos o incluso violentos con los que consideran “débiles”
  • Poseen un autoconcepto de líder y un elevado autoestima
  • Poseen escaso autocontrol en las relaciones sociales
  • Mantienen ambientes familiares en conflictos
  • Tienen actitudes negativas hacia la escuela y bajo rendimiento escolar

EL PERFIL DE LAS VÍCTIMAS

También aparecen rasgos característicos en el caso de las víctimas:

  • Normalmente son de constitución más débil que sus agresores
  • Suelen considerarse tímidos y retraídos
  • Poseen escaso autocontrol en sus relaciones sociales
  • Perciben el ambiente familiar como sobreprotector
  • Tienen una actitud pasiva hacia la escuela

 

PAUTAS PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN LAS AULAS

Como hemos visto los conflictos son algo cotidiano derivado de las relaciones sociales que establecemos. Cuando estos surgen se dan tres respuestas comunes: pasividad, agresividad y asertividad.

Educar a nuestros hijos y alumnos en la asertividad significa dotarles de la capacidad de autoafirmar y defender sus propios derechos sin dejarse manipular por los demás y sin manipular a los demás.

Es por lo tanto una estrategia que nos permite expresar los propios sentimientos, manifestar nuestras ideas y exponer las razones que las motivan, dando la espalda a la agresividad y la imposición. Además nos permite reaccionar ante las críticas de forma razonada, reconociendo los propios errores así como los aciertos de los demás. Nos aporta sentido crítico, reflexión, libertad de expresión sin vulnerar los derechos propios ni los ajenos.

 

CAUSAS DE LA VIOLENCIA EN LAS AULAS

Muchos expertos señalan acertadamente que las escuelas actúan a modo de microsociedades donde se ponen de manifiesto algunos de los conflictos sociales que más afectan a nuestras sociedades. En este sentido la exclusión social, la ausencia de límites, la exposición a la violencia que sufren los jóvenes a través de los medios de comunicación han sido señalados como elementos potenciales de violencia en las aulas.

De igual modo se pone de manifiesto la ausencia de modelos sociales positivos y solidarios, la escasa colaboración existente entre las familias y las escuelas etc que acentúan la falta de herramientas con la que cuentan los alumnos para hacer frente a la violencia y los conflictos.

 

PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN LAS AULAS

Prevención primaria

Consideramos que a la hora de pararle los pies a la violencia, los centros escolares y el cuerpo educativo posee una responsabilidad clave. Es desde estos centros donde se debe analizar las cuestiones relacionadas con la convivencia y los potenciales conflictos.

La cuestión de la convivencia va más allá de la resolución de conflictos puntuales, debe mantenerse una actitud integradora de aprendizaje en la convivencia que ha de estar incluida en el currículo escolar. Actitud fundada en las relaciones colaborativas, los hábitos democráticos de diálogo y consenso

Por lo tanto esta prevención primaria afecta directamente a los responsables, miembros del profesorado, directores y personal del centro por ser ellos los que deben velar por la seguridad y cuidado de los alumnos y además por estar en contacto directo con los involucrados. Se espera de ellos una implicación total y activa en la prevención y el tratamiento de la violencia.

 

Prevención secundaria y terciaria

Hace referencia a los programas desarrollados por expertos en la materia y que se aplican en los centros españoles desde hace años. La eficacia de estos programas ha sido ampliamente contrastada en lo referente a la autoridad del profesorado en materia de prevención y en la implantación de vías de actuación que favorezcan dicha convivencia, asociadas al conocimiento de la realidad del alumnado, la atención personalizada, la comunicación y la coordinación.

 

HERRAMIENTAS Y HABILIDADES PARA LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA

Las investigaciones apuntan a que para prevenir la violencia es necesario incluir en el currículum escolar contenidos específicos que la combatan así como dotar de mayor protagonismo a los alumnos en su propio aprendizaje personal. Una síntesis de esos contenidos podría ser:

  1. Favorecer la integración de todos y todas en el sistema escolar
  2. Distribuir la oportunidades de protagonismo en clase
  3. Orientar la intervención para que favorezca cambios cognitivos, conductuales etc.
  4. Enseñar a detectar y combatir los problemas que conducen a la violencia
  5. Educar en la empatía y el respeto a los derechos humanos
  6. Superar las representaciones que conducen a la violencia: sexismo, racismo, xenofobia y homofobia
  7. Desarrollo de la democracia escolar
  8. Colaboración entre las escuelas, las familias y el resto de la sociedad
  9. Competencias participativas, predisposición al entendimiento interpersonal, la comunicación y la cooperación entre el alumnado y el profesorado
  10. Fomento del trabajo en equipo pues se ha demostrado que motiva la relaciones saludables y el apoyo muto y evita los comportamientos discriminatorios

Algunas temáticas y actividades que resultan útiles para trabajar con los alumnos:

  • Promoción de normas de convivencia y diálogo
  • Adquisición de valores que fomenten el aprendizaje cooperativo
  • Fomento del autocontrol personal y emocional
  • Obediencia, autorregulación y toma de decisiones en sentido democrático
  • Promoción de la construcción de un autoconcepto inclusivo y favorable al desarrollo personal
  • Desarrollo de habilidades asertivas, capacitación en la resolución de problemas desde la autonomía personal y la libertad individual

 

MITOS SOBRE LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS

A menudo la intolerancia y la creencia de que la sociedad es la única culpable de la aparición y estancamiento de la violencia y la indisciplina refuerza las actitudes pasivas y evita el desarrollo de una conciencia grupal sobre el problema y la búsqueda de soluciones. Todos somos responsables y sino colaboramos en la solución, somos parte del problema.

  • La violencia en los colegios es algo propio de la sociedad de hoy. Los conflictos siempre han estado presentes y proliferan a medida que los alumnos adquieren mayor edad. Pero ahora existe una mayor vigilancia en este sentido así como datos claros sobre su incidencia y mayor conciencia social sobre el problema.
  • La violencia afecta sólo a casos aislados: no se debe restar importancia a la problemática de la violencia. Es necesario tipificar las distintas conductas violentas y no meter a todas en el mismo saco.
  • La violencia en los centros es la asignatura pendiente: aunque existe una mayor conciencia social sobre la violencia en las aulas, la conciencia de responsabilidad social y pedagógica de los maestros y profesores en ocasiones se pone en entredicho. Es necesario dotar a los profesionales de las herramientas necesarias para la resolución de problemas así como la conciencia clara sobre su papel educativo y didáctico.

 

NEGOCIACIÓN Y MEDIACIÓN DE LOS CONFLICTOS

Podemos hablar de dos tipos de negociación:

  • Colaborativa: donde ambas partes buscan una solución al problema. Este sistema debe imperar en los centros educativos porque fomenta las relaciones de igualdad y los vínculos afectivos.
  • Competitiva: es un tipo de negociación que deja de lado cualquier clase de empatía y donde las demandas personales se magnifican. Es necesario adoptar una actitud precavida ante esta forma de negociación porque puede generar mayores conflictos y desconfianza. Normalmente es el tipo de negociación que se da entre profesores-alumnos, donde estos aceptan las demandas a sabiendas de que no existe alternativa lo que provoca sensación de injusticia.

El proceso de mediación tiene cinco fases diferenciadas:

  1. Entrada: definición de quién es fuente de conflicto y cómo podemos hallar soluciones. También es necesario designar una figura de mediación.
  2. Cuéntame: exposición de los puntos de vista de las partes. El mediador debe garantizar un clima de confianza y respeto para la fluidez de la gestión del problema.
  3. Situarnos: identificación de la causa de conflicto por parte del mediador. Escucha activa por parte de cada parte del otro punto de vista. Compartir el problema.
  4. Arreglar: fomentar que sean los propios implicados los que aporten soluciones al problema.
  5. Acuerdo: consenso final que debe quedar por escrito para evitar las malas interpretaciones.

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