Semana Santa, machismo y espacios seguros: lo que no podemos seguir callando

Publicado el 10 de abril de 2025, 21:00

La Semana Santa en Zamora es tradición, emoción, fe, arte y encuentro. Pero también es un momento de alta afluencia de personas, concentración de masas en las calles, celebraciones nocturnas y un entorno donde —aunque no siempre se hable de ello— pueden reproducirse actitudes machistas, sexistas o violentas que afectan, sobre todo, a las mujeres y personas del colectivo LGTBI+.

Durante estos días, muchas mujeres vuelven a sentirse inseguras: en las calles abarrotadas, en los bares, en el camino de vuelta a casa. A menudo se minimizan los comentarios, los tocamientos no consentidos, las miradas invasivas o las actitudes de control. Y a esto se suma que en algunos entornos religiosos, como ciertas cofradías, las mujeres siguen encontrando resistencias a ocupar ciertos espacios de decisión o representación, arrastrando todavía discursos y prácticas claramente machistas.

La tradición no puede justificar la desigualdad

Respetar nuestras tradiciones no implica tolerar desigualdades o discriminaciones. La cultura, como la fe, debe evolucionar hacia una vivencia más inclusiva, donde todas las personas puedan participar sin sentirse cuestionadas, excluidas o en peligro. Y eso empieza por visibilizar lo que durante años se ha silenciado, por romper con el "esto siempre ha sido así" y por exigir que las celebraciones populares también sean espacios de respeto, libertad e igualdad.

A día de hoy, todavía existen cofradías en Zamora y en otras muchas ciudades donde las mujeres tienen vetada la entrada, especialmente como hermanas de fila o portadoras. Algunas siguen amparándose en normas históricas no escritas o en argumentos ligados a la “estética” o la “tradición”, dejando fuera a la mitad de la población. Frases como “las únicas faldas que entran aquí son las del Cristo” siguen escuchándose con total normalidad, reforzando una cultura excluyente, sexista y profundamente anclada en el machismo. Estas expresiones, lejos de ser inocentes, reproducen una estructura que invisibiliza a las mujeres y las relega al papel de espectadoras o acompañantes, negándoles el derecho a formar parte activa de una tradición que también es suya.

AZAVI, en las calles y al lado de quienes alzan la voz

Desde AZAVI creemos que la Semana Santa también puede ser un tiempo para la reflexión social y la acción colectiva. Por eso, proponemos reforzar la prevención y sensibilización durante estas fechas mediante:

  • Puntos violetas en lugares estratégicos, donde cualquier persona pueda acudir si se siente incómoda o insegura, y donde se informe sobre recursos de apoyo.

  • Formación a cofradías y asociaciones culturales y religiosas, para promover entornos libres de violencia y fomentar el respeto a la diversidad.

  • Campañas de concienciación en redes sociales, que inviten a reflexionar sobre actitudes normalizadas pero perjudiciales.

Porque estar presentes también significa hacer visibles las injusticias, alzar la voz y construir, poco a poco, una Zamora donde todas y todos podamos disfrutar de nuestras tradiciones sin miedo.

🔹 En AZAVI trabajamos por una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencias.
🔹 Si quieres colaborar, formarte o necesitas apoyo, contacta con nosotras.

La Semana Santa también puede ser inclusiva. Y tú, ¿de qué lado estás?
#TradiciónConIgualdad

 

María Calvo

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